Bailando por el mundo con YaeGee Park

¡Feliz Cumpleaños!

YaeGee Park, solista coreana, comenzó a bailar ballet desde pequeña, además de practicar diferentes disciplinas artísticas. Se formó en el Korean National Ballet Academy y en la SunHwa Art School. A pesar de ser una bailarina de corte clásico, ha bailado producciones contemporáneas tan exigentes como In the middle somewhat elevated. En 2012 ingresa en la CND; ha interpretado a Kitri, personaje principal femenino en Don Quijote Suite por José Carlos Martínez, donde compartió escenario con el actual director de la Compañía, Joaquín De Luz.

 

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Al comienzo de tu carrera estudiaste en distintas escuelas de ballet pero, ¿cuándo decidiste realmente que querías ser bailarina?

Mis padres me dieron la oportunidad de estudiar varias disciplinas artísticas, como danza, piano, violín, arte, patinaje sobre hielo… todas menos TaeKwonDo. Entre todas ellas el ballet era lo que más me gustaba. Ingresé en la Korean National Ballet Academy y SunHwa Art School para enfocarme en el ballet; tuve la oportunidad de aprender de Margarita Kulik (estrella del Marinski Ballet) en la National University of Arts of Korea. Tras graduarme vine a España.

Cuando era pequeña bailé junto al Korean National Ballet y el Universal Ballet. Tuve la oportunidad de observar a las bailarinas muy de cerca, y aprendí mucho sobre su preparación previa a la función además de los ensayos en el estudio. Mientras bailaba junto a ellas soñaba con convertirme en bailarina. Fue una experiencia muy valiosa.

Aunque eres una bailarina de corte clásico has bailado piezas contemporáneas como Inspiration con Dance Company o Work con Dance Theater, o trabajos de William Forsythe en la CND, entre otras ¿Con qué estilo te identificas más?

Practiqué algo de danza contemporánea en Corea, pero no conocía ni a Forsythe ni a ningún otro coreógrafo. En Corea tenemos un dicho que dice algo así como “rana en el pozo”; significa que vivo y pienso en un espacio muy reducido. Cuando hice la audición para la CND en 2012 bailé tres piezas de ballet en la semifinal. En ese momento no tenía ni idea de qué piezas eran ni quién las había creado. Fue muy emocionante y divertido aprender cosas nuevas. Más tarde descubrí que las piezas que bailé eran Scarlatti de José Carlos Martinez, Herman Schmerman de William Forsythe y Walking Mad de Johan Inger. Son unos ballets maravillosos.

En Corea las compañías de ballet y las de moderno están separadas, por lo que en su momento tuve que tomar la decisión sobre qué tipo de bailarina quería ser. Me gustan los dos géneros, y la CND lo hace posible. Me siento afortunada por tener la oportunidad de bailar lo que me gusta.

¿Es cierto que el propio Forsythe te escribió un mensaje para decirte que eras una de sus bailarinas favoritas bailando Middle?

¡Sí, es verdad! Estuve de baja durante una larga temporada debido a una lesión. Entonces Joaquín De Luz fue nombrado nuevo director y tuve que realizar la audición otra vez. No podía utilizar puntas, así que muy a mi pesar me decanté por una pieza contemporánea. Bailé Enemy in the Figure the Forsythe, el solo masculino, para ser más concreta. Se llama el solo Tony. Lo grabé y compartí en mis redes sociales.

Forsythe ya se había puesto en contacto conmigo anteriormente tras verme bailar In the middle somewhat elevated, pero al ver mi actuación the Enemy in the figure me ofreció trabajar con él. Fue una gran sorpresa, ¡no podía creérmelo! Pensé: “esto es un milagro”. Me sentía tan agradecida como honrada. Desgraciadamente mi cuerpo no estaba preparado para bailar… Acababa de tener dos cirugías.

Las intervenciones y la recuperación fueron muy dolorosas y difíciles. Pero cuando me sentía con el ánimo bajo, sólo pensaba en volver a bailar el ballet de Forsythe, y eso me animaba. Espero poder volver a calzarme las puntas y bailar alguna pieza suya. Pienso que la vida es para aquellos dispuestos a tomar riesgos.

¿Qué otros géneros dentro de la danza te gustan?

Por lo general me gustan diferentes estilos de danza. Si tuviera que elegir uno diría que el flamenco. Cuando era pequeña, me gustaba aprender “danza de carácter”, y la danza española me llamaba mucho la atención. Nuestra Compañía comparte sede con el Ballet Nacional de España, y me gusta verles bailar a través de la ventana. Son realmente impresionantes, me emocionan. Álvaro Madrigal, uno de mis compañeros, es sevillano y me ha llevado tres veces a la Feria de Abril. Y Anthony Pina, otro bailarín de la CND, confeccionó para mí un traje flamenco que diseñó él mismo. Mi castellano no es tan bueno aún como para hablar de manera fluida, pero pude apreciar la auténtica cultura española mientras bailaba sevillanas junto a ellos en la feria. Diría que el flamenco es muy parecido a los bailes coreanos tradicionales, sientes como si tuvieras algo vivo dentro del cuerpo. Tiene el poder del “alma”. Me gustaría poder aprender más danza flamenca.

 

La profesión de bailarina supone muchas veces realizar grandes esfuerzos ¿Cuál ha sido el reto más difícil al que te has enfrentado? ¿Te costó mucho dejar tu país, tu cultura, tu familia y amigos?

Aunque haya sacrificado ciertas cosas, no me arrepiento porque adoro bailar. Soy afortunada por poder trabajar de aquello que me apasiona, y hacerlo en España y en la CND me encanta. Hacemos giras nacionales e internacionales. Suelo visitar Corea cada verano para ver a mi familia, y es verdad que los echo de menos. Eso sí, se me hace más llevadero porque tengo amigos aquí que son como una familia. También me gusta la comida española, el buen tiempo y su gente.

En 2012 pasaste a formar parte de la Compañía Nacional de Danza bajo la dirección artística de José Carlos Martínez. Dos años después, ascendiste a la categoría de solista ¿Cómo viviste estos momentos?

Para empezar, me gustaría agradecer públicamente a José Carlos Martínez. Estuve a punto de tirar la toalla antes de ingresar en la CND, de hecho viajé desde Corea solo para realizar la audición. Afortunadamente me eligió y desde entonces nunca me he rendido. En cuanto entré en la Compañía me dio muchas oportunidades y me enseñó una gran variedad de cosas. Durante mi primera temporada tuve la ocasión de bailar un paso a dos y un solo. Aprendí muchísimo de sus clases y de sus coreografías como Delibes suite, Sonatas, La favorita, Don Quijote…

¿Qué ha cambiado desde que fuiste ascendida a solista?

Bueno, me puse muy contenta. Ahora me siento más responsable y entreno mucho más. Para mí la CND es como una fuente de conocimiento; estoy constantemente aprendiendo de coreógrafos, piezas y bailarines. Me gusta dar tanto como recibo.

Eres, además, la única bailarina coreana de la Compañía ¿Qué diferencias encuentras a la hora de bailar con compañeros de otros lugares del mundo?

El año pasado fue el 70 aniversario de las relaciones diplomáticas entre Corea y España. Prepararon varias funciones relacionadas con el intercambio cultural, pero fueron canceladas debido al Covid. Había otras tres bailarinas coreanas cuando ingresé en la CND, que me ayudaron mucho cuando llegué: HeeYoon Choi y SehYun Kim. Ahora soy la única que queda.

En 2017 fuimos a Seúl (Corea) con Carmen, de Johan Inger. Familia, amigos y profesoras vieron el espectáculo, y fue muy bonito poder mostrar Corea a mis compañeros de la Compañía. Nos vestimos con un Hanbok, un traje tradicional coreano y visitamos el palacio de Gyeongbokgung. También disfrutamos de una barbacoa coreana y kimchi. Aquellas dos semanas volaron. Tengo ganas de que volvamos a bailar allí.

 

Durante todos estos años en la CND has bailado diversos roles principales en importantes piezas ¿Cuál es el mejor recuerdo que tienes de la Compañía?

He participado en innumerables piezas dentro de la Compañía, tanto clásicas como contemporáneas. Una de las más memorables fue Don Quijote, de José Carlos Martínez. La razón por la que es mi favorita se debe a que bailé mi papel soñado: debuté como protagonista en la piel de Kitri, en un ballet completo y además con Joaquín De Luz como artista invitado, que ahora es mi jefe. Me sentí honrada y agradecida por tener la oportunidad de bailar con un artista de su talla. Bailamos en el estreno y fue un día que jamás olvidaré.

Otro momento especial fue cuando bailé In the middle somewhat elevated de William Forsythe en el Teatro Real en Madrid. Este ballet me ayudó a identificar mis debilidades pero también mis puntos fuertes, y eso me hizo crecer como artista.

Tengo una pequeña historia que ocurrió en el escenario que voy a contar en exclusiva por mi entrevista de cumpleaños. Cuando pasó fue algo muy serio, pero ahora que ha pasado el tiempo puedo contarlo con una sonrisa en la cara. Hace ocho años, estaba bailando Who Cares de George Balanchine en el Teatro de la Zarzuela. Tenía muchísimas piruetas en la variación de mi solo y el día de la función todo iba mejor de lo esperado. Hacia el final de esa escena las horquillas de pelo comenzaron a caerse mientras yo giraba. Para cuando finalicé el movimiento mi recogido se había deshecho totalmente y mi pelo estaba completamente suelto, así que cuando me incliné al público agité mi melena. En aquel momento me moría de vergüenza.

Actualmente trabajas con Joaquín De Luz como director artístico, ¿qué crees que aporta de novedoso a la CND?

Desgraciadamente estaba lesionada cuando vino a la Compañía. Me gustaría agradecerle que me esperara y confiara en mis habilidades. No he tenido muchas ocasiones de trabajar con él todavía, pero las pocas veces en que he podido lo he pasado realmente bien. Aprendo muchísimo de su pasión por este arte, le respeto y me gustaría convertirme en una bailarina con una extensa carrera artística como lo es él. Estoy tratando de recuperarme para poder seguirle a donde quiera que nos lleve.

Pensando en el futuro, ¿con qué coreógrafo te gustaría bailar?

Con Forsythe por supuesto, es mi favorito. He bailado varias de sus obras, como In the Middle Somewhat Elevated, Herman Schmerman, The Vertiginous Thrill of Exactitude, Artifact Suite y Enemy In The Figure, pero me gustaría aprender más. No obstante estoy abierta a trabajar en cualquier tipo de género dancístico; me parece interesante poder bailar diferentes estilos de danza.

Y algo más personal, ¿cómo te gustaría celebrar tu próximo cumpleaños?

Comeré comida coreana con mis amigos aquí en España. Hay un plato tradicional coreano, sopa de algas, que es costumbre tomar cuando cumples años. Y rezaré para que mi lesión mejore pronto para que pueda bailar lo antes posible con mi familia de la CND.
Muchas gracias por brindarme la ocasión de realizar esta maravillosa entrevista de cumpleaños. Y gracias también por celebrar mi cumpleaños número 31 conmigo. Gracias a mi familia de la CND.

 

YAEGEE PARK – BAILARINA SOLISTA CND

Entrevista por: Sandra Cadenas