Misión

La misión de la CND

Fomentar y difundir el arte de la danza y su repertorio en sentido amplio, a través de una compañía estable, abierta a todos los estilos, lenguajes coreográficos y a las artes del movimiento en general, tanto de creación española como internacional, facilitando el acercamiento de nuevos públicos e impulsando su proyección nacional e internacional en un marco de plena autonomía artística y de creación.

Todo ello bajo los principios de la calidad del servicio a la ciudadanía, la excelencia en el desempeño profesional, la participación de los grupos de interés, la vocación didáctica, el uso eficiente de los recursos y la preservación, difusión y transmisión del patrimonio intangible de la danza.

Su proyecto

Muriel Romero

El proyecto artístico y de gestión presentado por Muriel Romero propone ensanchar las fronteras de la Compañía, enriqueciéndola con su amplia experiencia como intérprete, creadora, gestora y pedagoga, aspirando a conectar “el mundo de las grandes compañías clásicas con el de producciones más independientes, la performance y las artes vivas; el de la academia con la experimentación y la vía institucional con la realidad del sector”.

Uno de los ejes de su programa es dotar a la CND de un carácter singular a través de un repertorio único, que permita ampliar los clásicos iconos dancísticos trabajando con otras artes (como la creación musical y literaria), de modo que se posibilite ensalzar el patrimonio cultural español al tiempo que se continúa desarrollando una personalidad propia para este centro de creación.

En los próximos cinco años, Romero aspira a desarrollar una Compañía que trabaje con múltiples estilos y lenguajes, pero con la excelencia como principio. Propone ampliar el repertorio con obras no representadas con anterioridad de coreógrafas y coreógrafos consolidados y emergentes, priorizando a creadoras nacionales o radicadas en nuestro país y a lenguajes artísticos que hasta ahora no han tenido espacio en la CND. También se recuperará anualmente una obra de repertorio del siglo XX no representada hasta ahora en España, siempre en consonancia con el elenco de la Compañía. Asimismo, tiene entre sus objetivos prioritarios fomentar la creación conjunta entre coreógrafos y compositores contemporáneos, así como con artistas de diferentes disciplinas tanto nacionales como extranjeros.

El proyecto artístico recoge una amplia red de colaboraciones con otras compañías, instituciones y espacios escénicos para poder planificar un sistema de giras, que permita llevar la calidad artística y versatilidad de la CND por toda España –prestando especial atención a retos actuales como el acceso a la cultura en entornos rurales– y al extranjero.

En su defensa de una visión feminista, inclusiva y diversa para la CND, el proyecto busca, además, reforzar el compromiso y la vocación de diálogo entre los integrantes de la Compañía, a quienes ofrecerá nuevas oportunidades a través del programa anual Creadores de la CND –enfocado a bailarines con inquietudes coreográficas– y prestará especial atención a su transición profesional, proponiendo la creación de comités específicos para evaluar adecuadamente esta importante etapa en sus trayectorias.

Se dará continuidad, asimismo, a programas como Residencias de la CND y al trabajo de accesibilidad que se ha ido realizando en los últimos años, profundizando en la diversidad de públicos y la presencia de colectivos con menos oportunidades de acceso a prácticas artísticas. En el ámbito de la educación, se fomentará la colaboración con los conservatorios de danza superiores y se impulsarán otras actividades transversales como talleres, clases magistrales, conferencias y funciones pedagógicas.

PLAN DIRECTOR COMPAÑIA NACIONAL DE DANZA

Breve historia de la Compañía

Historia de la CND

La Compañía Nacional de Danza fue fundada en 1979 con el nombre de Ballet Clásico Nacional (Ballet Nacional Clásico) y tuvo como primer director a Víctor Ullate.

En febrero de 1983 se hizo cargo de la dirección de los Ballets Nacionales Español y Clásico María de Ávila, quien puso especial énfasis en abrir las puertas a coreografías como las de George Balanchine y Antony Tudor. Además, María de Ávila encargó coreografías a Ray Barra, bailarín y coreógrafo norteamericano residente en España, ofreciéndole posteriormente el cargo de director estable que desempeñó hasta diciembre de 1990.

En diciembre de 1987 fue nombrada como directora artística del Ballet, Maya Plisétskaya, extraordinaria bailarina rusa. En junio de 1990, Nacho Duato es nombrado director artístico de la Compañía Nacional de Danza, cargo que ejerció durante veinte años, hasta julio de 2010. Su incorporación supuso un cambio innovador en la historia de la formación, incluyéndose en el repertorio de la compañía nuevas coreografías originales, junto con otras de contrastada calidad. En agosto de 2010, Hervé Palito sucede a Duato como director artístico durante un año.

En septiembre de 2011, José Carlos Martínez se incorpora como nuevo director de la Compañía Nacional de Danza, al frente de la cual permanece ocho años. A partir de septiembre de 2019, De Luz toma posesión de su nuevo cargo que ejerce durante cinco años, hasta agosto del 2024. En junio del 2024 el INAEM, dependiente del Ministerio de Cultura, anuncia el nombramiento de Muriel Romero como nueva directora de la formación.