Bailando por el mundo con Ana Pérez-Nievas
¡Feliz Cumpleaños!
Ana nace en Madrid. Comienza sus estudios de ballet en una pequeña escuela de Pozuelo de Alcorcón. Con once años decide dar el salto y estudiar danza de forma profesional. Con diecisiete años, y recién graduada, se incorporó a la Compañía Nacional de Danza bajo la dirección artística de José Carlos Martínez. En 2019, bajo la dirección de Joaquín De Luz, ascendió a la categoría de solista.
Tus primeros pasos en la danza se inician en una pequeña escuela de Pozuelo de Alarcón: la Escuela de Ballet Miriam Sicilia ¿Cómo llega la danza a tu vida?
Fui una niña con un mundo interior complejo y único. Desde bien pequeña montaba mis pequeñas obras teatrales para mi hermana y mis padres o sólo para mí. Mis padres pensaron que llevarme a lecciones de danza podía ser buena idea para expresarme y canalizar toda esa energía. Jamás fui a regañadientes. Empecé en la escuela de Miriam un par de veces por semana y pronto acabaron convirtiéndose en más horas. A veces me daban envidia mis compañeros de colegio por tener más vida social, pero en cuanto llegaba a la academia se me olvidaba todo.
Sin embargo, con solo once años decides dar el salto y arriesgarte por la danza estudiando en el Conservatorio Profesional de Danza Mairemma ¿Qué te impulsó a tomar esta decisión?
Se me planteó la idea de presentarme al conservatorio a los ocho años, pero me daba bastante miedo y respeto salir de mi zona de confort y dije que no. En realidad fue una casualidad de la vida que a los once accediera a ir. Me quedé sin plaza en el instituto público al que iban a ir todos mis compañeros por vivir algo más alejada y pensé que puestos a tener que cambiar de gentes me presentaría al conservatorio, y así fue. Casi parece que la vida me fue llevando a mí. Me costó bastante adaptarme al ritmo del conservatorio y a mis nuevos compañeros. De hecho, no fue hasta 3º de Danza Clásica cuando comencé a sentir mis primeros enamoramientos con la profesión y todo lo que la rodea, la musicalidad, el perfeccionismo, la osadía, la armonía, la disciplina.
Con diecisiete años y con la carrera recién terminada, audicionaste para la Compañía Nacional de Danza y tuviste la suerte de ser seleccionada por José Carlos Martínez ¿Cómo recuerdas el momento en el que recibiste la noticia?
Recuerdo mi audición a la CND con muchísimo cariño. Cuando me enteré de que únicamente había dos plazas, y vi tanto nivel en tantísimas candidatas, decidí relajarme y disfrutar en la medida que supe. Me quedé prendada de Leona Sivôs. En cuanto me subí al coche de mi padre le hablé de ella, bailaba tan libre y fácil… Ella entró algo más tarde y que yo y nos hicimos íntimas hasta día de hoy. Al día siguiente de la audición tenía un examen de historia (aún tenía que acabar el instituto y hacer Selectividad) y no me podía concentrar, puse el móvil en modo avión y cuando lo volví a mirar tenía cinco llamadas perdidas, cuando llamé de vuelta y José Carlos Martínez me dio la noticia acabamos mi familia y yo llorando de emoción en el suelo de la cocina.
¿Te gustaría en algún momento conocer la danza fuera de España, vivir y trabajar fuera?
Sí, me encantaría conocer otras compañías inspirarme en otras bailarinas, de alguna manera siento que si no doy este salto, mi carrera se quedará incompleta.
En 2019, bajo la dirección de Joaquín De Luz asciendes a la categoría de bailarina solista ¿Qué supone para ti esta oportunidad?
Mi promoción a solista de la CND supuso una confirmación de que mi trabajo personal estaba dando su fruto. Coincidió con una etapa de investigación exhaustiva que no solo llevaba a cabo en los estudios de la compañía sino también en casa. Aprendí a estudiar las piezas a fondo, a buscar el placer en todas ellas (aunque no todas me gustaran por igual) a encontrar calidades y sensaciones.
A lo largo de tu trayectoria en la CND has podido bailar piezas de repertorio muy variado: clásicas como Don Quijote, de José Carlos Martínez, contemporáneas como Artifact Suite de Forsythe o el famoso Carmen de Johan Inger ¿Con qué estilo te identificas más?
Cada vez me identifico más con la danza contemporánea. Desde que empecé esta carrera mis valores se han moldeado de manera que cada vez se alejan más del más del carácter conservador de la danza clásica. Quizá si el repertorio clásico y su temática evolucionaran de la misma manera que lo está haciendo la sociedad, modificando ligeramente los personajes principales de los grandes ballets, como por ejemplo dejando atrás a la mujer sumisa como protagonista y a la empoderada como antagonista…
Sabemos que sufriste ya hace un año una lesión muy seria de la cual aún te estás recuperando… Cuéntanos… ¿qué pasó? ¿Te operaste? ¿cómo está siendo la recuperación? Nos interesa mucho conocer ese ángulo de la vida de un bailarín… puede pasar, pasa… ¿qué ejercicio mental hay que hacer para mantenerse fuerte y motivado para que la vuelta sea segura y con más energía y ganas que nunca?
Estoy rehabilitándome de la lesión más grave que he tenido hasta la fecha, rotura de menisco interno y ligamento cruzado anterior. Se me está haciendo un poco largo porque ya he pasado por dos cirugías (después de la primera el menisco se volvió a romper parcialmente y el ligamento cruzado se distendió) pero también le estoy encontrando el lado positivo. Estoy conociendo a una nueva yo, pues nunca antes había estado tanto tiempo sin bailar. Empecé terapia meses antes de la lesión y por supuesto acudo a ella regularmente: ha cobrado en mi vida una importancia vital.
Para terminar, ¿cómo te gustaría celebrar este año tu cumpleaños?
Este cumpleaños me gustaría pasarlo rodeada de los míos. Como la pandemia nos ha quitado este privilegio una temporada, ahora no encuentro mayor placer que éste.
ANA PÉREZ-NIEVAS – BAILARINA SOLISTA CND
Entrevista por: Natalia del Buey