Bailando por el mundo con Elisabet Biosca

Elisabet Biosca, nacida en Barcelona, es una de las bailarinas solistas de la CND, con una gran carrera interpretando a personajes protagonistas como Carmen, Lady Capuleto o Bathilde. Ha bailado numerosas piezas de coreógrafos entre los que se encuentran Nacho Duato, Ohad Naharin, Jirí Kylián, William Forsythe o Alexander Ekman. También ha protagonizado varios cortometrajes que combinan tanto danza como interpretación; la mayoría bajo la dirección de María Salgado Gispert. Actualmente está estudiando el grado superior de Coreografía e Interpretación y ha dirigido las piezas SN Serial Number (2014) junto a Antonio de Rosa, Home (2016) junto a Agnès López y Solitud (2017).

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Tus comienzos en la danza se inician en Barcelona, tu ciudad natal, dentro del L’ Institut del Teatre. ¿Cómo recuerdas esa etapa? Notas diferencia a la hora de trabajar allí y en Madrid en la CND?

En Barcelona nos machacaban mucho a nivel técnico e interpretativo pero sobre todo nos inculcaban la idea de respetar el estilo. Cuando hacíamos pases, nunca se paraba a no ser que fuera un desastre o alguien se cayera por el suelo… Seguíamos hasta el final y eso te daba tablas para poder solventar cualquier problema que pudiera surgir en el escenario.

 

Hablando de la CND, llevas mucho tiempo en la Compañía ¿Cómo has vivido estos 11 años?

Por lo general creo que soy afortunada y he tenido muy buena carrera. He tenido altibajos pero he trabajado mucho, y también he aprendido (tanto de danza, como de no-danza). Esto me ha permitido mejorar y crecer, tanto a nivel personal como profesional.

 

En 2016 asciendes a la categoría de solista. ¿Qué supuso ese nombramiento?

Básicamente fue un reconocimiento, pero a nivel personal y a nivel de trabajo no cambió nada. Seguí trabajando igual que antes. No me lo tomé como si fuera una medalla para poder descansar. Me siento orgullosa de lo que he conseguido, pero creo que hubiera sido un error cambiar la actitud o la manera de trabajar.

Dentro de la Compañía, has tenido muchos papeles protagonistas, ¿cómo asumes esa responsabilidad?

Tengo mucho respeto a los coreógrafos, a las coreografías, a los roles a interpretar, y a mis compañeros. Si es un rol de carácter, sí que intento meterme mucho en la piel del personaje, o al menos entender a quién voy a interpretar… como por ejemplo, Carmen. Si son coreografías enfocadas en el movimiento, me centro más en lo técnico. Por mi carácter, la responsabilidad de interpretar roles destacados la enfoco hacia el “juego” o challenge. Más allá de la responsabilidad, el “juego” está enfocado a cómo puedo defender un rol de la mejor manera posible.

 

Tal y como decías, uno de los personajes que has interpretado es Carmen, todo un icono de la danza. ¿Cómo fue trabajar un papel que ha sido un mito para la libertad de las mujeres?

Carmen me encanta y es un rol increíble. Lo que me costó al principio fue entender ciertas actitudes suyas. Hay rasgos de la personalidad de Carmen que no se parecen en nada a la mía; como por ejemplo cuando deja que Don José pierda su rango para que ella pueda escaparse. Esa falta de empatía quizás es lo que más me costaba entender. Pasaron unos cuantos ensayos hasta que hice el click, y conseguí salir de Elisabet para meterme en Carmen y entender por qué ella actúa así o por qué toma ciertas decisiones.

Otro rol protagonista que has interpretado recientemente es Bathilde, de la producción Giselle con coreografía de tu actual director Joaquín De Luz, que se estrenó en el Teatro de la Zarzuela el pasado diciembre ¿Cómo fue interpretarla a ella?

Fue muy divertido. Es un personaje de corte, pero creo que viene a ser lo mismo, un juego de roles en el escenario, todo el mundo está enajenado de sí mismo y simplemente es otra persona. Es divertido.

 

Aparte de tu carrera como bailarina, también has protagonizado varios cortometrajes, muchos de ellos dirigidos por María Salgado Gispert ¿Qué es lo que te une a ella?

A María la conocí en Madrid, ella era la encargada de hacer vídeos promocionales de la Compañía, y nos conocimos a raíz de eso. Una vez me propuso participar en un cortometraje suyo, y a partir de ahí nos entendimos muy bien. Surgió la amistad.

En Ixtab, uno de los cortometrajes, interpretas un papel controvertido ambientado en los años 20 junto con varias compañeras de la Compañía. Es un rol centrado más en la actuación que en la danza ¿Cómo trabajas esta disciplina?

Para ese cortometraje tomé unas pocas clases particulares, y como me gustó y me lo pasé muy bien después del cortometraje decidí tomar clases de interpretación. En esta producción María tuvo confianza absoluta en mí, porque yo no soy actriz. La historia es muy bonita porque está basada en hechos reales; me leí el libro y la verdad es que es una pasada, lo disfruté mucho. La encargada del vestuario, que es precioso, fue Carmen Granel y recibió un premio por ello. Además es alucinante como María es capaz de realizar tantas cosas, porque fue la guionista, la directora… se hizo cargo de todo. Y es impresionante cómo puede crear a tantos personajes, escenificar todo lo que sucede, desarrollar la historia… La interpretación es un mundo que me gusta, la verdad.

 

Por el contrario, en Mills Papier Mâchè, trabajas con otro bailarín de la Compañía, Daan Vervoort, pero en este caso es una pieza centrada en la danza ¿Te sientes cómoda bailando ante las cámaras?

Como tampoco se puede mirar a la cámara, para mí es perfecto, porque te olvidas completamente de ella, y así no me da vergüenza. Si me hacen mirar fijamente a la cámara o a alguien, puedo ponerme roja. Pero como no hay que hacerlo, te metes en tu mundo y vas tirando millas.

También tienes una faceta de coreógrafa. Cuéntame qué supone estar del otro lado en la clase o sala de ensayos.

Me lo tomo con mucho respeto, sobre todo por los coreógrafos a los que admiro y me emocionan. No me gusta llamarme coreógrafa por eso, porque no siento que yo tenga una habilidad especial para dirigir. Es decir, puedo crear cosas, pero no me siento coreógrafa al nivel de los que admiro. Ahora que estoy estudiando el grado superior y tenemos que crear coreografías, dirigir o dar pautas a alguien, me lo tomo con respeto, porque al haber estado al otro lado, sabes cómo quieres que te traten, entonces tú intentas tratar al resto como te gustaría que los demás lo hicieran contigo. Se nota mucho cuando estás con alguien que ha estado en el otro lado.

 

Y para acabar, aprovechando que hoy es tu día, ¿cuál es tu tarta o comida de cumpleaños favorita?

El tiramisú o la tarta de queso. Hice una coreografía en la joven compañía de IT Dansa (Barcelona), en la cual, sentados en una silla y cerrando los ojos teníamos que entrar un estado de éxtasis y placer. Nos dijeron que podíamos imaginar lo que quisiéramos… y yo me imaginaba que me traían un tiramisú. Nadie lo sabía, pero al parecer, transmitía lo que me pedían. En mis adentros pensaba: “si supierais lo que me estoy imaginando…”

 

ELISABET BIOSCA – BAILARINA SOLISTA CND

 

Entrevista por: Sandra Cadenas