Repertorio

La Sylphide

August Bournonville

La Sylphide, ballet en dos actos original de Filippo Taglioni (1777-1871) se estrenó el 12 de marzo de 1832 en la antigua Ópera de París Le Pelletier sobre partitura de Jean Schneitzhoeffer y libreto de Adolphe Nourrit. Este ballet inspiró la versión del mismo nombre realizada por August Bournonville (1805-1879) el 28 de noviembre de 1836, con música de Herman S. Løvenskiold; Bournonville, que había asistido a la representación de la obra en París 4 años antes, compró ese día el folleto con el libreto de Nourrit, que usaría sin modificaciones, dando como resultado dos obras con idéntica dramaturgia conviviendo un tiempo en las carteleras europeas.

La Sylphide de París no sobrevivió, al igual que otra anterior representada en el Teatro della Scala de Milán en 1822 con música de Rossini. Sin embargo, la versión del coreógrafo August Bournonville, con música de Herman S. Løvenskiold se convierte en el ballet más antiguo del periodo romántico conservado en el repertorio activo internacional con mayor fidelidad coréutica.

El ballet La Sylphide, iniciador de la corriente de obras sobre los espíritus elementales y gran metáfora de amores frustrados, fue el primer gran ballet que se popularizó en Madrid, con múltiples montajes y versiones, llegando a representarse a partir de 1842 alternativamente en dos teatros de la capital: el Teatro del Príncipe y el Teatro del Circo.

Bournonville, con la ayuda de dos pintores locales reprodujo con todo detalle en el Teatro Real de Copenhague los diseños parisienses originales de Pierre Ciceri (escenografía) y Eugène Lami (vestuario), diseños que inspiran con literalidad aún hoy las producciones actuales del ballet.

  • Estreno absoluto: por el Royal Danish Ballet, en el Royal Danish Theater, Copenhague (Dinamarca), el 28 de noviembre de 1836
  • Estreno por la Compañía Nacional de Danza: en el Teatro de la Zarzuela, Madrid (España), el 7 de diciembre de 2023
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El ballet ‘La Sílfide’ y su papel en la historia

Como todo producto artístico insertado en la Historia del Arte, un ballet no sólo importa por sus cualidades particulares sino por ese lugar que ocupa en el devenir del género. Así, la obra “La Sílfide” [La Sylphide] está en la parte troncal del apogeo romántico, y es su eje consecuencial; puede entenderse como uno de sus primeros productos cristalizados en estilo, argumento y todo artístico. Tal como aseguraba el maestro y gran defensor del repertorio bournonvilliano Hans Brenna, todos los ballets que vinieron después son en alguna medida “La Sílfide”. Brenna, al expresar esta sentencia era muy consciente de que, cuando Bournonville arma su versión en Copenhague en 1836, hacía más de 15 años que se estaban estrenando ballets por toda Europa basados, de manera común, en “Trilby ou le Lutin d’Argail”, de Charles Nodier, publicado en 1822, un librito algo gótico que también albergaba reminiscencias del gran teatro isabelino y donde las leyendas de las Tierras Altas escocesas cobran vida.

Como la historia nos da sorpresas pintorescas, una de ellas está en el ballet español y “La Sílfide”, llamada en los tiempos de su estreno en Madrid (1842) a veces “La Sílfida” y otras, “La Sylphide”, donde tuvimos la fascinante y peculiar circunstancia de alternar el mismo título en dos teatros madrileños (Del Príncipe y Del Circo) los mismos días, en dos versiones parecidas pero distantes y con una enconada rivalidad repleta de balletómanos espías, claques pagadas, reventa, libelos intencionados y periodistas mendaces (nada nuevo en el intrigante mundo del ballet de toda la vida).

Bournonville, que había visto la obra en París 4 años antes, compró ese día un folleto con el libreto de Nourrit, que usó sin modificaciones con el resultado de dos obras con idéntica dramaturgia y que convivieron en muchas de las carteleras europeas; su idea original de usar la música de París se truncó por la exigencia de unos derechos exorbitados. “La Sylphide” de París no sobrevivió, y así la de Dinamarca se yergue como el ballet más antiguo que se conserva con mayor fidelidad coréutica en el repertorio activo internacional.

Bournonville, con la ayuda de unos pintores locales: Arnold Wallich y Christian F. Christensen, reprodujo en el Teatro Real de Copenhague al detalle los diseños parisienses originales de Pierre Ciceri (escenografía) y Eugène Lami (vestuario) donde pervive y late ese juego entre lo trágico y lo gentilmente amoroso con un resultado siempre dramático: si algo es el Romanticismo en sí, pues será precisamente ese retrogusto donde maridan amargor y belleza. El alma de un ballet es lo que nos quiere decir, más allá de pasos, frases, formas plásticas; “La Sílfide” lo dice: aún el amor más imposible puede imaginarse y lucharse por él. ¡No olvidemos que Marius Petipa hizo su propia adaptación integral de “La Sylphide” en 1892!

La línea dinástica y genealógica escogida por Joaquín de Luz para levantar “La Sílfide” es la óptima, si no la mejor de las disponibles hoy, para continuar manteniendo vivos los rigores básicos de este ballet tanto en cuanto a estilo como a una fiel lectura coréutica.

Roger Salas

Información

  • Coreografía:
    August Bournonville
  • Música:
    Herman Severin Lovenskjold
  • Libreto original:
    Adolphe Nourrit (transcrito por August Bournonville en 1836)
  • Puesta en escena:
    Petrusjka Broholm
  • Diseño de escenografía:
    Elisa Sanz
  • Diseño de vestuario:
    Tania Bakunova
  • Diseño de iluminación:
    Nicolás Fischtel
  • Realización de escenografía:
    Proescen
  • Realización de vestuario:
    D’Inzillo Sweet Mode
  • Duración:
    Acto I (40 minutos). Intermedio (20 minutos). Acto II (30 minutos)
  • Elenco estreno CND:
    La Sílfide: Yaman Kelemet; James: Thomas Giugovaz; Effie: Martina Giuffrida; Madge: Irene Ureña; Gurn: Jorge Palacios; Anna: Eva Pérez; Jack A: Juan José Carazo; Jack B: Erez Ilan; Nancy: Shani Peretz; Escocesas: Natalia Butragueño, Celia Dávila, Tamara Juárez, Sara Khatiboun, Mariavittoria Muscettola, Ayuka Nitta, Laura Pérez Hierro, Samantha Vottari, Kana Yamaguchi; Escoceses: Niccolò Balossini, José Alberto Becerra, Théo Bourg, Eduardo Díez de Jesús, Daniel Lozano, Shlomi Shlomo Miara, Iván Sánchez, Roberto Sánchez; Sílfides: Natalia Butragueño, Celia Dávila, Sara Khatiboun, Akane Kogure, Clara Maroto, Mariavittoria Muscettola, Ayuka Nitta, Daniella Oropesa, Shani Peretz, Ana Pérez-Nievas, Laura Pérez Hierro, Pauline Perraut, Samantha Vottari, Kana Yamaguchi; Brujas: Niccolò Balossini, José Alberto Becerra, Théo Bourg, Eduardo Díez de Jesús; Cortejo nupcial: Tamara Juárez, Shlomi Shlomo Miara, Roberto Sánchez