Bailando por el mundo con Aleix Mañé

¡Feliz Cumpleaños!

Aleix Mañé es un bailarín de Tarragona, lugar donde comienza sus estudios en el centro oficial de danza Artemi. En 2001 ingresa en el Institut del Teatre de Barcelona para en 2003, tras ser becado en el Concurso Internacional Roseta Mauri, trasladarse al Real Conservatorio Profesional de Danza de Madrid. En 2006 ingresa en la Compañía Nacional de Danza bajo la dirección de Nacho Duato.

01_Aleix_Mañé_Alba_Muriel

Buenos días Aleix, ¿cómo estás? Felicidades por tu cumpleaños.

¡Gracias!

Los primeros pasos en la trayectoria de un bailarín son significativos para su desarrollo personal y artístico, ¿cómo empezó tu camino en la danza?

Mi prima hacía ballet en el pueblo. Yo soy de un pueblo pequeñito cerca de Tarragona y me gustaba mucho verla bailar y por ahí empecé, en una escuela muy humilde con mi maestra Eva.

¿La danza se aprende o se nace sabiendo bailar?

La danza, y sobre todo la danza académica, se aprenden, pero yo creo que se tiene que nacer siendo bailarín.

La danza es una profesión que exige mucho a los bailarines y a sus familias. ¿Cómo fue que decidiste hacer de la danza tu estilo de vida?

No lo decidí nunca, fue sucediendo; incluso académicamente también los pasos que fui dando. Los estudios de danza, la carrera, el trasladarme a Barcelona, el trasladarme a Madrid, todo fueron consecuencias de concursos, de profesores que, en mí, veían potencial. Y fue sucediendo.

¿Cuál ha sido tu mejor experiencia como bailarín profesional? ¿Por qué?

Cualquier rol que sea interpretativo que no sea simplemente, material de danza, sino que estés interpretando un personaje. Este tipo de piezas son quizás las que me han dado las experiencias más gratificantes.

La carrera de bailarín requiere viajar y tú has bailado en escenarios de muchos lugares, ¿cómo haces compatible tu vida personal con las giras?

Pues hasta el momento no ha sido nunca un problema. Soy una persona a la que le gusta viajar, la soledad no me molesta, la compañía tampoco, me gusta conocer gente nueva. En mis relaciones soy una persona muy tranquila por lo cual tampoco sufro la distancia de manera negativa sino, al revés, de manera positiva. Entonces sí, sin problema.

Durante tu trayectoria como bailarín has ganado muchos concursos. ¿Hasta hoy cuál ha sido el que más te ha marcado? ¿Por qué?

Como bailarín no sé, lo que pasa es que era muy joven y también tenía un lado oscuro para mí. La competición para mí iba en contra de lo que yo quería, pero era lo que había que hacer para conseguir una beca, para conseguir dinero… era como el camino por el que se debía pasar, pero yo no disfrutaba de ese proceso. En cambio como coreógrafo, que se te reconozca es importante. Por ejemplo en Estados Unidos gané un concurso de dirección coreográfica y eso sí que fue para mí una experiencia 360.

Cuando llegaste a la CND la dirección artística estaba bajo el nombre de Nacho Duato. ¿Cómo fue trabajar con él?

Maravilloso. Es un líder que tiene a los bailarines completamente entregados al proceso artístico, a estar bajo su tutela. Y eso se nota en el trabajo. Cuando los bailarines creen en su director no falla y el trabajo funciona sí o sí.

Hoy la dirección artística corresponde a Joaquín De Luz. ¿Qué nuevas oportunidades artísticas has encontrado en este último periodo? ¿Has encontrado algún nuevo reto?

Me sigue aportando nuevas experiencias a mi carrera, nuevos procesos creativos, como el de Antonio Ruz, que me siguen nutriendo y me hacen seguir creciendo a nivel artístico. Y por otro lado también me propone otro tipo de retos y oportunidades y se lo agradezco.

¿Cómo te definirías como bailarín? ¿Qué estilos son los que más te gusta bailar? El neoclásico creo que es el estilo con el que mejor me defiendo, o el que más he trabajado, pero con el contemporáneo es donde más libre me siento y tengo mayor capacidad de expresión.

Además de bailarín eres coreógrafo y sin duda el arte es un medio de expresión. ¿Qué expresas tú con la danza?

Yo no me considero coreógrafo todavía. Me considero un bailarín que está probando cosas nuevas, y que busca seguir creciendo en distintas facetas. Así, también hago asistencias a coreógrafos, o doy clases. Intento coreografiar por nutrirme de todo. Como coreógrafo busco expresar emociones siempre. Para mí montar una coreografía tiene que partir de una emoción, o de un sentimiento, de algo que conmueva. Para llegar a los pasos que quiero, necesito que todo este envenenado de esa emoción. No quiero montar pasos sin un punto de partida.

¿Encuentras similitudes en la cocina y sobre el escenario?

Sí, muchas. Mucha porque hay mucha presión artística, mucha presión de elaboración, presión de crítica. Antes hacía unas cenas grupales y eran como una coreografía, porque en cada minuto tenías que saber lo que se tenía que estar haciendo. Qué tenía que estar en qué sitio y en qué… Eso era impresionante. Y además, tiene mucho de artístico también, así que sí, la cocina y la danza tienen muchas similitudes.

¿Qué te gusta hacer en tu tiempo libre?

El cine y el teatro son una necesidad en mi vida, amo ir solo a ambos. Y además, me gusta estar con mis amigos, beber cerveza, tomar el sol y ver el mar.

Si pudieses ¿Dónde te perderías?

Siempre me pierdo en Caños de Meca, me tiene atrapado. Pero, me perdería en cualquier lugar en donde hubiera playa y naturaleza.

Y para terminar, ya que es tu cumpleaños, habrá que brindar por ello ¿no? Una pregunta clásica, ¿eres más de vino o prefieres una caña de cerveza?

Cerveza 100%. A ver, me encanta el vino, pero el vino tiene un límite, y de la cerveza todavía no he llegado a un límite de litros por día jajajaja (risas)

 

ALEIX MAÑÉ – BAILARÍN SOLISTA CND

Entrevista: Monserrat Martínez