Bailando por el mundo con Clara Maroto

¡Feliz cumpleaños!

Clara Maroto es una joven bailarina de Tarragona que con apenas 12 años apostó por la danza mudándose a Madrid. Continuó su formación en el Conservatorio Profesional de Danza Mariemma y en 2013 ingresó en la CND. Sólo dos años después obtuvo el papel de Mercedes en Don Quijote Suite. Tras muchos otros roles de importancia, en 2020, debuta con el papel de Myrtha en Giselle, bajo la dirección de Joaquín De Luz. Y el 11 de marzo de 2021, coincidiendo con su cumpleaños y con la publicación de esta entrevista, volverá a interpretar a la reina de las wilis en el Teatro Campoamor de Oviedo.

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Comenzaste a bailar siendo muy pequeña, y tuviste que mudarte a Madrid con sólo 12 añitos. ¿Cómo fue esa experiencia? ¿Cómo llevó tu familia el cambio?

La situación familiar fue complicada, porque me mudé con 12 años y mis padres no se atrevieron a dejarme sola en Madrid. Yo vivía en un pueblecito a las afueras de Tarragona y el cambio era muy muy grande así que se vino mi madre conmigo, mientras que mi padre y mis hermanas se quedaron allí. Era una situación un poco extraña, la verdad, una mitad de la familia viviendo en Madrid y la otra en Tarragona; fue duro sobre todo para mis padres. Es algo de lo que estoy súper agradecida, porque de haber venido sola no se qué me hubiera pasado. Mi padre solía venir algún fin de semana a vernos, y otras veces viajábamos nosotras a Tarragona; íbamos turnándonos. Fue un gran esfuerzo, y no solo a nivel familiar sino también a nivel económico.

 

Pregunta obligada: ¿qué representa para ti la danza? ¿Qué papel juega fuera del trabajo?

La danza para mí es una vía de expresión; es una manera de mostrar tu forma de ser y expresarte al mismo tiempo, algo que creo que todos los bailarines tenemos en común. Además, tenemos la madurez a la hora de afrontar otras cosas de la vida, pues creo que el aprendizaje de la danza lleva unas enseñanzas que sirven para otras muchas cosas (la disciplina, las horas de trabajo…). Conozco muchos casos de gente que ha venido a Madrid a estudiar siendo muy pequeños, con solo 12 o 13 años, y muchas de estas personas venían solas.

 

¿Cómo te definirías como bailarina? ¿Qué estilos son los que más te gusta bailar?

Soy tímida, y en muchas ocasiones dudo muchísimo de mí misma, que es algo en lo que estoy trabajando desde que era pequeñita. Creo, o espero ser una intérprete versátil que se pueda mover tanto en el estilo clásico como el neoclásico o contemporáneo. La variedad es algo que me gusta, cada pieza que bailo me va aportando algo distinto y ojalá pueda seguir así.

En 2013 ingresas en la Compañía y dos años después tienes la oportunidad de interpretar el personaje de Mercedes en Don Quijote Suite ¿Qué supone para ti esa oportunidad? ¿Cómo viviste el proceso de trabajo?

Fue un reto y una sorpresa a la vez. Creo que en ese momento no supe cómo gestionarlo. Fue de sopetón y me pilló desprevenida, y como soy una persona insegura, me costaba interpretar este personaje que tiene un carácter tan fuerte… Quizá hoy lo haría de otra forma. Mirando para atrás digo: “qué pena…podría haber hecho alguna cosa distinta”.

 

Además, como parte del elenco has bailado en numerosas coreografías. ¿Cuál es la pieza que recuerdas con más cariño dentro de la Compañía? ¿Y el personaje?

Es una pregunta un poco difícil… He bailado coreografías tan distintas… Recuerdo una de ellas, Allegro Brillante de Balanchine, que fue un reto muy grande para mí. Esta es una pieza que coreográficamente ya es difícil, pero es que encima es muy rápida… Yo no creía que fuera a ser capaz de bailarla, porque no soy una persona que se mueva muy rápido por naturaleza, y poder llegar a hacerlo fue muy emocionante. Me sentí realizada. También el hecho de bailar una pieza de este coreógrafo en particular me hacía mucha ilusión.

En Giselle interpretas a Myrtha, la reina de las wilis. ¿Cómo has trabajado este personaje tan misterioso y poderoso? ¿Lo has disfrutado? 

La verdad es que lo he disfrutado mucho, es un papel que me gusta muchísimo… Entre los personajes de Giselle es uno de los papeles que más me gustan. Ha sido algo especial, estoy encantada de haber tenido esta oportunidad y estoy disfrutando mucho también por poder trabajar de otra manera un personaje fuerte y poderoso. Aunque aparentemente Mercedes y Myrtha no tienen nada que ver sí que les veo un parecido.

 

El vestuario que llevas en Giselle, de Rosa María Andújar, es realmente maravilloso, ¿cómo te sientes bailando con él?

Pues este vestuario, además de ser estéticamente bonito, es muy cómodo, y no siempre suele ser así. Hay veces que la estética prima por encima de la comodidad y en este caso los materiales y los tejidos son comodísimos. Estoy encantada la verdad; para moverte es importante el tipo de vestuario.

Aparte de tu trabajo en la compañía estás estudiando un grado de Pedagogía de la Danza. Háblame de ello. ¿Qué te hizo decidirte por la enseñanza?

Para empezar creo que es una salida bastante común. Empecé el grado en Coreografía e Interpretación, pero después de un año me di cuenta de que no era eso lo que quería… Es decir, ya soy intérprete, y el mundo de la coreografía de momento no me atrae, no es un camino que quiera realizar.  Muchos bailarines acabamos dando clases, si no es en un conservatorio como freelance en una academia. Creo que es muy importante la labor del maestro como pedagogo. Por esa razón decidí cambiar de grado y aprender algo nuevo, que quizá sea más complicado por la gran carga teórica y demás, pero me pareció interesante. Sobre todo desde ese punto de vista del maestro como pedagogo.

 

Y tú que estás dentro del baile, ya has vivido la experiencia de ser la alumna.

Claro, yo he visto cosas que me han gustado, cosas que no… Aprender cómo gestionar un grupo, cómo gestionar a los individuos es algo que me motiva y dije “pues voy a hacerlo”.

 

Me imagino que entre las clases, los ensayos y las giras tienes que tener una vida muy ajetreada. ¿Cómo haces para compaginarlo? ¿Qué hobbies realizas para desconectar?

Es complicado compaginarlo porque hay momentos en los que sí que tengo tiempo pero digo “hoy… hoy no puedo”. Hay una parte del estudio que de verdad me gusta. Si hay una asignatura que realmente me atraiga, me animo a estudiar y así desconecto un poco. Y en mi tiempo libre la verdad, ahora mismo como estoy tan ajetreada he dejado los hobbies un poco de lado. Me dedico a estar con mi chico y siempre que puedo intento hablar con mi familia. También tengo una perrita a la cual intento dedicarle el mayor tiempo posible, ya sea saliendo a pasear con ella, mimándola… También escuchar música por supuesto, y cuando puedo y tengo tiempo leo… Me gusta mucho el ensayo. Pero básicamente intento hacer cosas que me sirvan/me ayuden a descansar.

Tu cumpleaños coincide con el estreno de Giselle en Oviedo, ¿cómo lo llevas? ¿Estás emocionada? ¿Vas a vivirlo de manera diferente?

Sí, va a ser diferente. Lo hablaba con algún compañero, que me decía “¡vas a cumplir 26 años bailando Myrtha!” y es verdad, me voy a hacer mayor en el escenario. Espero que haya algo ahí que me acompañe durante la función. Es una ocasión especial, me da mucha pena por otro lado que no puedan venir mis padres, ni poder ver a mi familia ni a mi chico en ese día… Pero es la situación que nos ha tocado vivir.

 

Y para finalizar, ¿cuál es tu dulce o comida de cumpleaños favorita?

En realidad más que dulce igual tiraría más por una buena pasta… ¡un buen plato de pasta!

 

CLARA MAROTO – CUERPO DE BAILE CND

 

Entrevista por: Sandra Cadenas